El sueño hecho realidad de la mano de Karl Lagerfeld que se vivió en el Paseo del Prado comenzó a partir de la apertura de la isla cuando retomó sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos. A partir de allí , Cuba recibió tres visitas importantes : Barack Obama, el Papa Francisco y la legendaria banda de rock :The Rolling Stones. Pero el broche de oro fue el desfile que Lagerfeld brindó a miles de espectadores.
Karl creativo y extravagante se propuso desafiar patrones establecidos y con su colección «Coco Cuba» logró fusionar de manera impecable el chic parisino con el calor de las playas cubanas.
El espiritu Chanel siempre se reinventa y esta vez lo hicieron las modelos que desfilaron al «son» de ritmos afrocubanos del dúo Ibeyi.
Las boinas fueron propicias para afirmar el concepto de la colección que era homenajear al Che Guevara. La libertad de la revolución, se hizo presente en las estampas bajo la leyenda » Viva Coco Libre».
Las chaquetas de tweed , impronta de la marca, se combinaron con faldas cuyos prints tienen reminiscencias de los años 50.
La colección buscaba transmitir la diversidad cultural de Cuba: aromas, colores, música e historia. Todo se fusionó de manera espectacular, sin olvidar los característicos detalles parisinos como las perlas y las lentejuelas presentes en las boinas.
La sastrería masculina tuvo el mix and match propio de Chanel : black and white que se fusionaba en pasarela con faldas amplias cuyos prints nos recuerdan a los automóviles de décadas pasadas;sin embargo, esos autos hoy continúan recorriendo las calles de la Habana y son dignos de fotografiar.
La paleta de colores fue fiel a los aromas y sabores de la isla: limón y melocotón combinado con azules y verdes propios del reflejo del mar en las playas de Varadero.
Los accesorios se llevaron todas las miradas: bags con estética playera, collares , pulseras y los clutch con formato de una caja de puros que recuerdan a aquellos habanos que Fidel supo degustar.
La puesta en escena estuvo en perfecto equilibrio entre el viejo mundo y el que está por venir.
El desfile fue un canto a la libertad, dejando en claro que el espíritu revolucionario del Che aun sigue vivo y la esencia transgresora de Coco es la identidad de la marca.
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